Ver para Creer

El duro momento de Carbonero

El colombiano supo ser campeón con River y ser vendido al fútbol europeo, pero las lesiones le jugaron una mala pasada. Hoy se encuentra sin club, y se ofrece para jugar gratis en algún lado.
sábado, 27 de junio de 2020 · 17:21

Carlos Carbonero fue muy conocido en Argentina, primero por su gran paso por Arsenal de Sarandí, en donde pudo mostrar sus condiciones, y lograr que uno de los equipos más grandes de país pose sus ojos en él. Y así fue cuando llegó su pase a River, con tan solo 23 años, en el año 2013, para jugar bajo las órdenes de Ramón Díaz. Allí, consiguió tres títulos. 

 

Sus rendimientos en River le valieron una transferencia el fútbol europeo, para ponerse la camiseta del Cesena. Pero ahí fue cuando empezaron los problemas. Carbonero sufrió muchas lesiones, y por una de ellas llegó a estar hasta 9 meses sin jugar.

Su paso por Europa, no fue el que todos los que lo habían visto jugar tenían en mente. Tras la mala experiencia, volvió a su país.

Hoy, se encuentra nuevamente en su país, entrenándose, y esperando que surja una oportunidad. Hace poco, el jugador declaró: "Estuve unas dos o tres semanas entrenándome con la agremiación de la Federación Colombiana en Cali hasta que se tuvo que parar todo por causa de la pandemia. Ahora estoy sin club, sólo trabajando y manteniéndome en forma, esperando cualquier oferta para poder volver jugar. Hasta pensé en volver a jugar gratis pero no me dieron la oportunidad".  

Carbonero llegó a ponerse la camiseta de la Selección Colombia y disputó el Mundial de Brasil 2014.

En su Colombia natal, jugó para el Cortuluá y el Deportivo Cali, pero no logró tener la continuidad que supo tener años antes. El año pasado, volvió a fútbol argentino, como un refuerzo estelar del ascenso. Fue contratado por Ferrocarril Oeste, pero pese a las expectativas que había puestas en él, no llegó a jugar ni un partido. ¿Lo llamará algún club? 

 

 

Valorar noticia

0%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia