Tras varios días de incertidumbre, Marcelo Gallardo seguirá al mando de River por un año más y renueva las ilusiones de los hinchas, quienes celebran la permanencia del entrenador más ganador de su historia en busca de repetir alguno de los grandes logros que consiguió a lo largo de estos 7 años y medio al mando del Millonario.

Sin embargo, no todo ha sido alegrías mientras el Muñeco Gallardo estuvo sentado en el banco de River. Uno de los momentos más tristes y curiosos fue la rápida eliminación del Mundial de Clubes 2018 ante Al-Ain tras la victoria en Madrid ante Boca en el marco de la Copa Libertadores. Sobre esto mismo habló el entrenador y reconoció que es una herida que aún no sana para él y busca poder lograr este gran objetivo.

"No tendríamos que haber llegado a los penales. No supimos diferenciar entre la Libertadores y ese torneo, no tuvimos tiempo al corte. Esa final la podríamos haber jugado", se lamentó el Muñeco que reconoció que era una gran posibilidad el bajón anímico y deportivo entre sus dirigidos: "Era normal que nos desplomemos después de eso pero yo necesitaba escuchar que no iba a haber un relajo e inyectarnos de ganas otra vez", aseveró.

Eso mismo ocurrió y su equipo, 11 meses después, se encontraba disputado una nueva final de Libertadores ante Flamengo, en la cual le dieron vuelta el resultado faltando pocos minutos. Más allá de esto, el Muñeco renovó sus energías y se ilusiona con poder jugar un nuevo mundial de clubes el próximo año: "Me hice más fuerte, tengo una cáscara más dura. No hay un único abordaje y siento que me preparé mejor mentalmente", adelantó.

¿CÓMO FUE EL RIVER DE MARCELO GALLARDO DESPUÉS DEL MUNDIAL DE CLUBES?

En este sentido, Marcelo Gallardo reconoció que los días después de la eliminación ante Ai-Ain no fueron fáciles por lo que busca poder cumplir esta cuenta pendiente de aquí a algunos años: "Me castigaba por las 3 derrotas seguidas a la vuelta de Catar, era normal, pero yo no me lo permitía", confesó el Muñeco en relación a las derrotas por torneo local.

Sin embargo, River levantó cabeza y llegó al cierre del 2019 con la posibilidad de repetir la historia ante Flamengo pero esta vez la moneda no cayó del lado Millonario: "Lo normal era que 2019 hubiera sido sabático, y pudimos haber repetido el logro. Esa final tiene mucho mérito y no sacarnos la medalla es parte del aprendizaje", cerró el entrenador en TyC Sports.